domingo, 6 de mayo de 2012

Ruta día 1. Madrid - Sevilla

Maldita la hora, en que se nos ocurrio salir a las 9 de la mañana del Sábado. Sabeis que es una manta de agua?. Pues es lo que nos cayo desde Madrid a Trujillo.


Salimos de la gasolinera anterior a Xanadú, y yo como buen gallego, mire para el cielo y pensé, 'no me pongo el traje de agua porque no va a caer tanto'. Seré gilipollas -nunca se como se escribe-, en que momento!!

El viaje fue inolvidable, porque así fue inolvidable, a 170-180 km/h desde Madrid hasta Trujillo lloviendo sin parar, creerme ni un segundo. Bueno salvo cuando pasábamos debajo de algún puente o túnel que teníamos un par de segundos sin caer agua.
Momento para recordar fue la cara de imbéciles que se nos quedó a los cuatro cuando paramos en el bar de los bocatas de jamón en trujillo, y nos miramos entre nosotros pensando 'pero que cojones estamos haciendo con este tiempo infernal?'.
Ya en el bar, nos dimos un buen homenaje (mis cojones que se van de viaje -esto para los que hemos visto el video de punset-), no sin antes pedirle al camarero si nos dejaba encender los radiadores y secar los guantes y las chupas.
Fue en ese momento cuando Paco casi se mea de risa viendo como Don Falo chorreaba agua por su cazadora!!! Para que contarlo, solo nosotros lo recordamos y era para mearse. Nos pegamos una jartá de bocata de jamon, ensaladilla, aceitunas y no recuerdo que otra cosilla más, recodármelo compañeiros. (Yo hice de contable y llevé el bote de la pasta de todos -gracias a ello me he comprado unas nuevas maletas para Italia, jejejeje-).
Proseguimos viaje hasta Sevilla, donde la feria de abril nos esperaba, y de que manera (lloviendo,of course).

Queríamos llegar a nuestro hotel el NH forum Sevilla con nuestro SPA esperándonos. Que ganas teníamos, pero a última hora, y como entramos a Sevilla con sol, decidimos pasar primero por el recinto de la fería, no sin antes pegarnos una buena comilona en el Sol y Sombra enfrente de la iglesia del cristo del cachorro en triana, de mi amigo Mario, que estaba enfermo.


Y claro, en la feria, las azafatas sólo querían conocernos, es normal, elenco de personalidades juntas como nosotros al mismo tiempo, es dificil de encontrar. Como muestra un botón.

Luego Gon, se paso con la manzanilla, y claro, se montó en un carro de caballos, lo puso a 170 km/h por el recinto, y en una apurada de frenada pasó lo peor. Así se quedó su carro de ben-hur y así se quedó lulogio, un poquet ostiat, no?

La Fería tenía color, mujeres guapas vestidas de sevillanas, niños pijos paseandose en los coches de caballos, pero todo en su sitio, con glamour, con alegría como nosostros estamos acostumbrados a recibir. Fue entonces cuando nos fuimos al hotel, descansamos, tomamos un spa reconfortante y decidimos salir al centro a tapear montaditos de anchoa con leche condensada, bocatas de pringá, piripis y mantecados. Para que contaros, nos pusimos las botas. Como dijo Paco, 14.500 calorías al día, 7.000 de comer y 7.500 de beber.
Luego nuevamente después de ponermos guapetones nos ibámos en taxi al centro, por que llovía, que raro, no sin antes sorprendernos del pedazo de fiesta que se estaba organizando en el hotel. Fantástico, pero al parecer continuaría en la feria.

El ambiente nocturno de la feria nada tenía que ver con el vespertino (por la tarde, para los gañanes que no dominan esta palabra). Parecía que habían soltado a todos los garrulos de los pueblos de los alrededores para hacer el fin de fiesta. Lamentable el ambiente nocturno. No obstante nos tomamos unas copillas en las casetas publicas de los districtos (pura nitroglicerina en lugar de alcohol de calidad), y decidimos nos trasnochar demasiado ya que la próxima jornada nos esperaban muchos kilómetros en dirección al suroeste de Portugal.





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